¡Hola
a todos! ¿Cómo están hoy? Espero que muy bien. En mi caso mi casa sigue siendo
un caos y tengo muy poco tiempo para sentarme a escribir o siquiera tener
Internet. Pero hoy que tengo un poco de tiempo libre, no hay nadie haciendo
quilombo, quería subir una nueva reseña, y que menos que uno de los mejores
libros que he leído de lo que va del año: Hijo dorado, la segunda parte
de Amanecer rojo, de Pierce Brown. Y sin más...vayamos a ella.
Hijo dorado - Pierce Brown
Editor: RBA
Cantidad de páginas: 640
Amanecer rojo – Hijo dorado – Mañana
Azul
Con la colaboración de: Riverside Agency /
#numeral
Sinopsis, puede contener spoilers: Como Rojo, Darrow creció
trabajando en las profundidades de las minas bajo la superficie de Marte,
soportando un trabajo agotador mientras soñaba con un futuro mejor para sus
descendientes. Pero la sociedad a la que sirvió fielmente se construyó sobre
mentiras y el único camino hacia la liberación es la revolución. Así Darrow se
sacrifica y se convierte en un dorado, infiltrándose en ese ámbito privilegiado
para poder destruirlo desde dentro. Tras una implacable competición en el
instituto de Marte, se ha ganado un puesto de honor entre la élite gobernante.
Ahora luce la cicatriz curvada de los dorados, los más crueles y brillantes de
los humanos. Pero Darrow no es como ellos... su pasado está marcado por la
tragedia, y no perdona. No olvida.
Para hacer realidad su objetivo de destruir el sistema desde dentro, Darrow
debe convertirse en el mejor de los dorados. El más fuerte. El más inteligente.
El más implacable. Solo así devolverá la luz a su pueblo. Aunque su sombra
se torne más oscura a cada paso.
Opinión personal
Quienes hayan leído mi
reseña de Amanecer rojo sabrán que me
exasperaba la actitud del personaje principal: Darrow. Internamente quería
verlo fallar. No podía con tanta perfección y engreimiento. Lo siento, puedo
sonar malvada pero era un muchacho que recién salía de los suburbios y ya sabía
todo. No entendía para qué necesitaban a los demás si ya lo tenían a él
(sarcásticamente, lo digo). ¿Y el romance que surge? Tampoco me gustó. La
protagonista, Mustang, me decepcionó mucho, tenía muchísimo potencial y se vio
opacada por Darrow. Pero si me gustó Servo y la historia en sí misma. Por lo
que sabrán comprender que iba un poco reacia a leer esta segunda parte; y aun
más siendo más grande en cuanto a cantidad de páginas, que Amanecer rojo. Pero
dejé a un lado todo eso y comencé a leerlo. Y ¡Ay, por favor! ¡Qué
continuación! ¡Qué manera de enganchar al lector! ¡Y vaya giros de trama que
hay! Amé completamente este libro desde la primera a la última página (las
últimas todavía más). Pierce Brown ha sabido conquistarme con un personaje mucho
más maduro e inteligente que sabe reconocer cuales son sus limitaciones y con el cual, por fin, he podido coincidir con casi todas las decisiones y las acciones
que elegía.
Ahora bien,
que difícil me es hablar de una secuela sin contar todo lo que
uno quisiera decir. No pondré nada del argumento ya que Hijo
dorado empieza unos años después de los acontecimientos de surgieron
en Amanecer rojo y no quiero decirles más de lo necesario. Diré sí, que me
pareció un libro magnífico y mil veces mejor que su primera parte y que he
tardado en escribir esta reseña porque no sabía muy bien que decir. Quisiera
hablarles de lo que sucede, de cómo han evolucionado los personajes, de las
muertes, de las alianzas y de los secretos. Decirlo todo de una vez, pero no
puedo y no lo haré. Sé lo que se siente cuando te dicen exactamente cómo es la
historia (acabo de leer una reseña que me destripo todo). La trama ha
sido espectacular, demasiados enredos, demasiadas mentiras y alianzas, varias
muertes, revelaciones que rompen corazones, personajes maduros y desarrollados,
una trama que no solo sucede en Marte sino también en Luna y en la Tierra, y por supuesto, con un final de infarto. Y todo ello descrito de una manera
bastante gráfica y sin tapujos. Los objetos, lugares y demás instrumentos que menciona Pierce Brown es como si los lectores supiéramos de que se tratan, sin explicaciones, pero englobándolo
dentro del contexto y así podemos hacernos una imagen de qué, cómo o qué fin
tienen.
Por otro
lado, están los personajes. Darrow, personaje principal me pareció que
su autor buscar mostrarnos dos facetas distintas del personaje. Por un
lado es mortífero, frío y calculador, que no dudará en cumplir con sus
objetivos sin pensar en quién ni qué tiene que sacrificar por ello. Pero al
mismo tiempo, lo muestra con un personaje reflexivo, comprensivo y melancólico.
Esa dualidad es lo que, a mi parecer, lo hace más humano y no tan altanero
como en la primera parte. Me ha gustado que al principio quisiera cumplir con
su objetivo y destruir a los Dorados, que en ese momento no le importara
todo lo demás, ni sus amigos ni su relación amorosa, con tal de conseguirlo. Al
mismo tiempo que piensa que debería importarles y toda una
reflexión interna. Es un personaje que va evolucionando a lo largo del
libro, porque ya no es ese chico de 16 años con el que empezamos la historia,
sino de 20 años que tiene un puesto importante dentro de la sociedad, y como
tal tiene un papel y una fachada que mostrar.
Sin embargo, y a pesar de que me gustó un poco más Darrow, no puedo dejar de admitir que amé más ciertos personajes secundarios y que no me importaría que la historia tenga algún que otro capítulo contado desde sus perspectivas. Sevro, por un lado, ha sido de mis favoritos, junto con Casio. Del primero sigo amando su salvajismo y como no le hace caso a nada ni nadie, pero al mismo tiempo que solo le es leal a Darrow. Me ha gustado ver la complicidad que hay entre ambos, las alianzas que forman y lo que uno es para el otro. De Casio no quiero hablar porque tendrá un papel central y demasiado importante e impredecible durante toda la historia. Así que para ello deberán leerlo. Eso sí, definitivamente no quisiera capítulos narrados por Mustang. Ya en la primera reseña había dicho que para mí decayó cuando se unió con Darrow, pero en Hijo dorado, la cosa cambió un poco. Acepto que yo no es tan central en la vida del personaje (aunque no deja de aparecer una y otra vez en sus pensamientos) me pareció que va tomando protagonismo ella sola por sus actos y sus decisiones. Me ha gustado verla desde otra perspectiva y aun después de todo esto sigo pensando que termina quedándose con Darrow, y perderá toda la importancia que tiene (cruzo los dedos porque no sea así).
Por último y para terminar
con la reseña, quiero hablar del final: ¡Madre mía! Esto es Juego de tronos
en toda regla. Me fascinó la manera en la que Pierce Brown terminó la historia.
Debo aceptar que tenía muchísimas hipótesis rodeándome por la cabeza sobre
posibles finales, pero nunca como lo hizo. Realmente me fascinó. El autor le ha
dado una vuelta de turca a la historia de manera impresionante. Me ha dejado
hablando sola y diciéndome: ¡Acábalos a todos, Darrow! Ahora tendré que
espera a que salga Mañana azul (pero debo decirles que ya no tengo uñas, de lo que me hizo sentir este libro y las ganas que tengo por leer la tercera parte).
Continua en:
¿Qué me dicen? ¿Ya lo han leído? ¿y qué opinan?
¡Hola!
ResponderEliminarAyy que bien que te haya gustado tanto y te haya hecho olvidar los errores del primer libro. He leído buenas reseñas de esta saga pero muchos coinciden en que efectivamente el protagonista es perfecto, no comete errores, no falla en nada, sabe hacerlo todo y es como... ese tío no es humano, es un maldito Dios. Y lo del romance desgraciadamente es algo que pasa mucho en este tipo de libros, pero viendo lo mucho que te ha gustado la continuación me das esperanza jaja
¡besos!
Idò, unos libros que me llaman mucho la atención. Me alegro de que la segunda parte te haya parecido mejor^^
ResponderEliminar