Sinopsis: “Voy en busca de un Gran quizá”, Miles se siente fascinado por estas palabras del escritor François Rabelais. Aburrido de su monótona existencia, inicia su propia búsqueda y se muda a Alabama para terminar sus estudios en el internado Culver Creek. Ahí, su recién descubierta libertad y sus nuevos amigos, Chip, Takumi y Alaska, lo lanzan de lleno a la vida. Tiene experiencias nuevas y cada vez está más interesado en la enigmática e impredecible Alaska. Sin embargo, una inesperada enseñanza le mostrará la cara negra del Gran quizá, mientras reverberan en él otras últimas palabras que lo llenan de incertidumbre, las de Simón Bolívar: “¿Cómo voy a salir de este laberinto?”.
OPINIÓN
PERSONAL
Tercer libro que leo de este
autor: John Green, y es de los dos anteriores (Bajo la misma estrella y Ciudad
de papel), el que menos me gusto. Seguramente sea porque fue el primer libro
que escribió, allá por el 2005, y parece más bien rudimentario y simple.
Sin embargo, es a partir de
Buscando a Alaska donde John crea la estructura central que caracterizan sus
obras posteriores, ya que el autor narra la historia dividida entre un “antes”
y un “después”, con tres personajes esenciales: una chica rebelde/inconforme,
que guarda una cantidad gigantesca de secretos más un secundario cómico e hilarante
que será el pilar del personaje principal, y un personaje central que se
enamora perdidamente de la chica, la idealiza y anda detrás de ella a cada
momento, pero que a su vez son un adolescentes con pensamientos, acciones
y actitudes de adultos, aunque solo tengan dieciséis años. Y como no puede
faltar, una gran cantidad de metáforas y un viaje, al menos en los tres
que he leído hasta ahora, siempre hay uno.
Como puntos negativos puedo
resaltar que no despertó en mi sentimientos de tristeza y desolación, pero un
amor infinito hacia los personajes como surgen en Bajo la misma estrella, tampoco
sensaciones de tensión y las ganas de
resolver el misterio que plantea Ciudad de papel, en este caso he visto desde las
primeras páginas, en el “antes”, hacia donde se dirigía la trama, porque el
autor era demasiado predecible en el transcurso. Además, y por
otro lado, los comportamientos de los personajes me parecieron insulsos y sin
sentido. No veo la gracia en hacer bromas cada dos por tres, emborracharse
por que sí todo el tiempo y ser tan promiscuos a tan corta edad.
En oposición, la prosa de John
Green sigue gustándome, ya que Buscando a Alaska está plagado de metáforas,
citas y ciertos pensamientos de los personajes que hacen reflexionar al lector, y además es muy ligera y sencilla de leer. Del mismo modo, los personajes son tolerables, dentro de sus comportamientos
infantiles.
“ Ahora creo que somos más grandes que la suma
de nuestras partes”.
Buscando a Alaska cuenta la historia de Miles, un chico común
y sin amigos, que va en busca del Gran quizás, después de haber leído las últimas
palabras de Francois Rabelais, al colegio Culver Creek donde conoce a la excéntrica,
oscura y famosa Alaska, al carismático Coronel, al leal Takumi y la rumana Lara.
Como todos ya sabemos que los libros de
John Green son autoconclusivos, este también es así, pero por último, y no menos importante, Buscando
a Alaska termina con una carta que escribe Miles a su profesor de Religión, que es una delicia y sencillamente preciosa.
¿Lo han leído?, y si es así ¿Que opinan?
¡Gracias Penguin Random House por el ejemplar!
¡Hola!
ResponderEliminarMe lo leí en verano y ni fu ni fa. La verdad es que me quedé chafada y no volví a leer más John Green hasta hace dos semanitas, con Ciudades de Papel
Por cierto, me ha gustado esa portada, es mucho más bonita que la de otras ediciones.
Besos
¡Holaa!
ResponderEliminarAún no he leído nada de John Green (si no me mires así, no he leído Bajo la misma la estrella.. me dan miedo los libros tristes y lacrimógenos xD), y aunque me ha gustado tu reseña creo que antes de leer este leeré el anterior.
Besitooos
Hola, la verdad es que tengo muchas ganas de leer este libro lo tengo desde hace unos meses pendiente en mi estantería a ver si me pongo prontito con él.
ResponderEliminarBesinos