El único recuerdo de Flora Banks - Emily Barr

¡Hola a todos! ¿Cómo están hoy? Espero que muy bien. Ya estamos casi a fin de semana, y otro semana más que se va y comienza a llegar noviembre (ante último mes del año y vaya que se pasó rápido, ¿no creen?). Y hablando de fin de año ¿cómo están con los retos propuestos para este año? ¿los han cumplido o están a poco de hacerlo? Espero que sí, y sino para eso tenemos otro año. En fin, no sé donde estaré en estos momentos, cuando sube la reseña, pero mi yo del pasado sabrá cuando subirla y le dirá a mi yo del futuro que ya lo ha hecho. Lo sé, estoy mal de la cabeza, entiendanme, necesito vacaciones.

El único recuerdo de Flora Banks - Emily Barr

Editorial: Salamandra Blue

Cantidad de páginas: 288

Libro único

Sale a la venta en Noviembre

Con la colaboración de: Riverside Agency

Sinopsis: Todos recordamos nuestro primer beso. A Flora Banks es el único recuerdo que le queda.

Desde que la operaron del cerebro a los diez años, Flora Banks sufre un extraño tipo de amnesia: su mente no es capaz de recordar más allá de un par de horas. Hasta que un día, la imagen de un beso furtivo con Drake, el exnovio de su mejor amiga, surge de su memoria de forma casi milagrosa, un indicio esperanzador de que su mente podría funcionar con normalidad. Así que, cuando recibe un correo electrónico en el que Drake le propone que se encuentren en Noruega para contemplar el sol de medianoche, Flora se lanza a la aventura sin dudarlo, con la ilusión de volver a ser ella misma. Sin embargo, desde el momento en que llega a las islas Svalbard, todo resulta muy distinto a lo imaginado, y Flora tendrá que hacer honor al lema que lleva tatuado en la mano, «sé valiente», para asumir una verdad nada fácil de asimilar.

 Opinión personal

El único recuerdo de Flora Banks es un libro que, ya advierto, puede llegar a exasperar a cualquiera. En mi lo ha hecho, y eso que lo amé. Por lo que tengo que decirles que la protagonista pierde la memoria cada dos o tres horas y no recuerda nada desde los diez años en adelante, actualmente tiene diecisiete años. Ese es un rasgo que sufre esta rara enfermedad, la amnesia anterograda; en la cual las personas no pueden retener recuerdos nuevos. Imagínense lo que es leer a una protagonista que cada dos o tres horas pierde la memoria, que no sabe dónde está, qué hizo hace un momento, que constantemente tiene que escribir lo que ha hecho, lo que sucede para volver a empezar a las tres horas sin haberse acordado de nada. Los únicos recuerdos que tiene son los previos, cuando tenía diez años, y constantemente tiene reafirmar que ya no tiene esa edad, sino diecisiete años (no recuerda los últimos siete años de su vida). Por lo que sí, esto puede exasperar a más de uno, pero imagínense lo que es vivir así, no recordando lo que hiciste hace dos horas. Debe ser realmente horrible. Por lo que creo que en este aspecto que la autora retrató muy bien la enfermedad, y porque además transmite lo que siente la protagonista, lo desorientada que está cada vez que olvida lo que hace, quién es y dónde se encuentra.  

También me ha gustado la forma de narrada de la autora. Leemos, mediante la perspectiva de Flora, como su vida. Estamos con ella en todo momento, y cada poco tiempo volvemos a lo mismo, pero es así como vive la protagonista: olvidando, y recordando a partir de un cuaderno, de su brazo escrito con su nombre y demás cosas, de pósits desperdigados por toda la casa y de cosas dichas por sus conocidos. Y cómo, a partir de un beso dado con Drake, exnovio de mejor amiga y la noche previa al viaje que lo llevará al Ártico, ese recuerdo queda grabado, después de siete años de no recordar nada, en ella; el cual repite una y otra vez, rememorarlo. Quizá verán que Flora piensa que con él puede recordar, pero lo interpreto como que lo que la protagonista quiere es ser normal, recordar y sanar, que su mente vuelva a funcionar correctamente, y que no le importa tanto con quién sea, sino ese deseo de hacerlo. Y la amé por ello, esas ansias de hacer algo por ella (después de todo corre varios peligros al ir sola al Ártico), de mostrarse independiente, pese a su enfermedad que muchas veces imposibilita que lleve una vida normal y común. Así que sí, amé la manera en la que autora escribe la historia, de manera sencilla pero al mismo tiempo compleja porque la enfermedad lo es (y si me preguntan porque lo sé, es porque la estudie, estudie casi todas las enfermedades mentales que son producidas por algún accidente, como es en este caso). 

Y hablando de todo esto quiero hablar de los secundarios: los padres, su hermano, la mejor amiga y Drake, su interés amoroso. Pese a que no son quienes narran la historia, si tienen un peso fundamental en la vida de la protagonista, ya que muchas veces de ellos depende que Flora comprenda su realidad, haciendo cosas por ellas, y demás. Pero empezaré por cada uno. Sus padres, o al menos su madre, son sobreprotectores, prácticamente la tienen en un burbuja, vive medicada y dejan todo como está para que la protagonista no se pierda. La madre, en este caso, es demasiado extremista y la cuida como si fuera a romperse, cuando la protagonista puede, con ciertas dificultades cuidarse sola. Por otro lado, no estoy de acuerdo con la actitud que tomó su hermano, irse porque no estaba conforme en cómo sus padres trataban a su hermana, me pareció de cobarde, sin embargo, más tarde logra redimirse buscando alguien que pueda ayudarla. Con respecto a su mejor amiga, es otro personaje del cual tampoco me gustó su conducta, al principio al menos, pero también hace las cosas bien al final.  Y por último Drake, para saber que pienso de este personaje tendrán que leerlo, solo diré que no es lo que esperaba de él.

Por último, la autora cierra la historia de manera magnífica. No solo ha escrito una historia entrañable, realista y cruda, sino que termina la historia dándole y dándonos esperanza, de que a la protagonista le irá mejor, de ahora en adelante. Muchas veces cuando leo un libro contemporáneo o que relatan la vida cotidiana tengo ganas de saber cómo continuará la vida de los personajes, pero en este caso creo que la autora ha dejado un final abierto para que imaginemos nosotros mismo como seguirá la vida de Flora. 

Por lo que sí, recomiendo que lo lean. Amarán la historia, tal vez se cansen un poco de la repetición, pero entiendan que es así como viven las personas que padecen amnesia. Además, garantizo que tendrán muchísima ternura y compasión con Flora, y la comprenderán a la perfección, y sin duda querrán que logre sus objetivos.

Que me dicen: ¿quieren leerlo?